Bienvenidos al blog Conectando semillas,

Este blog es una iniciativa del Equipo Esperi, formado por un grupo de profesionales (psiquiatras, psicólogos, educadores y trabajadores sociales) dedicados al cuidado de todos aquellos niños y jóvenes que presentan algún tipo de problema relacionado con la salud mental.

Nace con la ilusión de crear un espacio virtual en el que tanto los jóvenes y sus familias como los profesionales podamos compartir nuestros puntos de vista.

Por nuestra parte queremos poner a vuestra disposición material seleccionado que consideremos útil a la hora de prevenir, evaluar, abordar y/o afrontar los diferentes problemas de salud mental en la infancia y juventud.

Pero vosotros sois los auténticos protagonistas. Por eso os animamos a que compartáis aquí vuestras inquietudes, opiniones, experiencias, consejos, esperanzas, vuestros logros, vuestras metas,… para que desde aquí llegue a todos los jóvenes y familias que están pasando por circunstancias parecidas y que necesitan saber que no están solos y para que la sociedad en su conjunto se haga eco.

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miércoles, 8 de mayo de 2013

Autoestima e imagen corporal en la Adolescencia


La autoestima y la imagen corporal que tiene una persona, determinará el modo de relacionarnos y comportarnos con los demás. Estos aspectos  cobran mayor relevancia en la adolescencia. Las personas que tienen una autoestima y una buena seguridad personal tienden a tener un mayor éxito en las relaciones sociales. La salud psicofísica de los adolescentes está fuertemente ligada a la imagen corporal.
Durante la adolescencia se tienen muchos cambios. Hoy nos centraremos en las consecuencias que pueden tener los cambios físicos, ya que una mala adaptación a estos cambios, puede influir en la autoestima del adolescente, causando daños emocionales. Crearse una imagen corporal positiva, es una tarea muy importante, ya que repercutirá en su autoestima y en la confianza de uno mismo.
La imagen corporal es una representación mental amplia de la figura corporal, su forma y tamaño, la cual está influida por factores históricos, culturales, sociales, individuales y biológicos que varían con el tiempo (Slade 1994).
 La imagen corporal es cambiante y sensible a los estados de ánimo del adolescente. También son muy importantes las propias experiencias del adolescente con su entorno (padres, amigos, modelos a seguir, medios de comunicación,…) En la publicidad dirigida a los adolescentes se puede notar cómo se fomenta una imagen  corporal en modelos que están muy lejos de un cuerpo saludable, al encontrarse entre un 25 y un 30% debajo del peso ideal.
El adolescente está expuesto diariamente, a por lo menos 3000 anuncios de este tipo, recibiendo demasiadas veces un mensaje equivocado sobre la imagen corporal. Es aquí donde los padres/educadores podemos minimizar el impacto de los medios de comunicación y fortalecer la imagen corporal de nuestros hijos:
-          Limitando la exposición a este tipo de publicidad
-          Explicándole cómo las fotos de las modelos son alteradas y mejoradas.
-          Hablando sobre los riesgos de salud que producen estar tan delgado/a.
-          Hablando sobre la importancia/ventajas de tener un cuerpo saludable.
Usted puede ayudar a establecer una relación positiva con la comida y a crear una imagen corporal positiva de  la siguiente manera:
1.- Mantenga una actitud positiva hacia la comunicación.
2.- Evite hablar negativamente acerca de la comida, el peso, etc. También evite hablar sobre “qué bien” se ve a alguien sólo porque está delgado/a.
3.- Al interactuar con su hijo, enfóquese en cosas que no tengan nada que ver con su apariencia física, tal como el carácter, la personalidad, etc.
4.- Elogie las acciones (lo que hacen es más importante que cómo se ven).
5.- Sea cuidadoso con lo que los medios de comunicación están enseñando a su adolescente con respecto a la imagen corporal.
6.-  Es importante tener una actitud  congruente en todo momento. Los hijos frecuentemente imitan las creencias y prejuicios de los padres. Es por eso que los padres deben estar pendientes de los que dicen y cómo reaccionan de su propia imagen corporal y la de los demás.
7.- Si su hijo/a tiene sobrepeso y quiere perderlo, ayúdele a hacerlo de manera segura y saludable, con la ayuda de su médico de familia
8.- Si considera que su hijo/a tienen una imagen corporal negativa, que pueda estar afectando a su autoestima y confianza, contacte con un especialista que pueda ayudarle a fortalecer su imagen.

Fuente: La imagen corporal en la adolescencia. Investigación y adaptación Lic. Samantha Barocio Rocha. Blogdefarmacia.com/


jueves, 21 de marzo de 2013

EL INSOMNIO INFANTIL


El insomnio infantil  es el trastorno del sueño más frecuente. A partir de los 6 meses, se considera que un niño sufre insomnio si al menos dos veces por semana necesita más de 45 minutos para quedarse dormido, o si se despierta totalmente al menos una vez por semana, durante la noche, sin poder dormirse de nuevo.

El insomnio infantil se caracteriza por una dificultad para el inicio o el mantenimiento del sueño, frecuentes despertares nocturnos con incapacidad para volver a dormirse sin la ayuda de los padres. Si el despertar o despertares tienen lugar cuando se ha dormido al menos durante 6’5 horas seguidas, no se considera patológico.

Analicemos los tipos de insomnio infantil:
Insomnio debido a hábitos incorrectos: es el más frecuente en niños pequeños. En este tipo de casos es muy habitual que el origen del problema se daba a la adquisición de hábitos, consentidos y reforzados por los propios padres. La sobreprotección parental o la incoherencia normativa juegan un papel importante en el inicio de la resistencia a acostarse. Suele aparecer en lactantes de seis meses hasta niños de cinco años, produciendo una considerable distorsión de su propio sueño y el de sus padres.
Las consecuencias a corto-medio plazo son la irritabilidad, la dependencia de la madre-padre y, a largo plazo, trastornos del desarrollo.
El tratamiento más efectivo es la denominada reeducación de los hábitos de sueño mediante técnicas conductuales.

Insomnio por causa psicológica: en este caso, el tratamiento debe dirigirse más a solucionar el problema que causa la ansiedad. Cuando el insomnio aparece en un determinado momento del desarrollo del niño, sin historia previa de episodios, puede tratarse de insomnio transitorio producido por una pluralidad de factores, entre otros el grado de activación, los estilos cognitivos obsesivos, problemas puntuales en el terreno emocional, social o escolar. También hay que valorar los factores mantenedores del problema como los malos hábitos de sueño.

Insomnio psicofisiológico: se trata de un tipo de insomnio aprendido que se desarrolla como consecuencia de una tensión condicionada y somatizada. Se produce con mayor proporción en la adolescencia y juventud.

Insomnio idiopático: está relacionado con una alteración leve de los mecanismos neurológicos básicos del sueño-vigilia.

Orientaciones en el tratamiento del insomnio. Nos centraremos en el insomnio por causa psicológica y el debido a hábitos adquiridos. En el primer caso, cuando las causas  se encuentran en factores externos (acontecimientos recientes que se viven con estrés, cambio de colegio, etc.) es importante hacer una evaluación completa de los mismos y saber cómo están afectando al funcionamiento cotidiano del niño. El tratamiento, se ajustará con el fin de minimizar los factores desencadenantes, al tiempo que debemos proveer al niño de mecanismos útiles para poder afrontarlos con la mayor eficacia.  En el segundo tipo de insomnio (por hábitos adquiridos), deberemos establecer una rutina de sueño (horario), reduciremos el acceso a la televisión o videojuegos antes de irse a la cama, realización de actividades relajantes antes de irse a dormir,…

Fuentes: Trastornos del sueño infantil (Psocodiagnosis.es- Psicología infantil y juvenil), Tendencias21. Guiainfantil.com

jueves, 7 de marzo de 2013

¿Por qué son beneficiosas las técnicas de relajación en los niños?



Las técnicas de relajación han estado presentes desde los inicios de la cultura humana. Cuando una mamá canta a su pequeño una canción de cuna, cuando el papá lo baña o le acaricia el pelo,… está generando consciente o inconscientemente tranquilidad y seguridad en su pequeño, lo está relajando.

La relajación es un estado de reposo o tranquilidad y se ha utilizado para tratar actividades rutinarias que en el niño provocan un elevado estado de activación o ansiedad generalizada. Para el niño supone una ayuda importante en el tratamiento de fobias, miedos, problemas de sueño, hiperactividad, déficit de atención e impulsividad. Es muy importante que los niños puedan aprender estrategias aplicadas a las que puedan recurrir cuando les haga falta.

La relajación aplicada a los niños, presenta numerables beneficios, entre ellos destaca una mejora en el autocontrol, suavizando los episodios disruptivos o impulsivos, un aumento de la seguridad en sí mismos con una mayor capacidad de afrontar miedos y temores, así como una disminución de la ansiedad anticipatoria delante de sucesos estresantes.

Un medio de relajación que puede ser muy útil  y beneficioso para  niños y adolescentes es el que nos proporciona el Yoga. En el plano físico, favorece el desarrollo del cuerpo, a la vez que afianza la coordinación, la resistencia y la flexibilidad. Mediante las técnicas del Yoga, los niños aprenden a relajarse, a estar tranquilos aumentando su periodo de atención y concentración (muy importante para el desarrollo de su vida escolar). Destacamos otros beneficios que tiene el Yoga en los niños, como:
 Reducción del estrés y la ansiedad. Las técnicas del yoga actúan sobre el sistema nervioso, relajándolo y dándole descanso. De esta manera se previene el incremento constante de los niveles de ansiedad y estrés.
- Toma conciencia del propio cuerpo, de sus funciones y necesidades.
- Aprenden a relajarse mental y corporalmente, aprendizajes que servirán para afrontar las dificultades cotidianas de una forma serena.
- Mejora la circulación de la sangre.
- Mejora la flexibilidad y movilidad del cuerpo, eliminando progresivamente contracturas musculares y dolores crónicos.
- Aprender a respirar de forma correcta y natural
- Aprender a encarar las situaciones cotidianas de manera positiva y serena
- Armoniza el cuerpo en su conjunto, restableciendo el equilibrio en sus funciones más vitales.

 Ahora, lo único que  falta es practicar  un poco estas técnicas  en casa con vuestros hijos para empezar a notar sus beneficios.

Fuentes: Psicodiagnosis.es. Técnicas de relajación: psicodiagnosis: psicología infantil y juvenil.

jueves, 28 de febrero de 2013

INFLUENCIA DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA SALUD MENTAL DE LOS MENORES ESPAÑOLES


El desempleo de los padres es una de las situaciones más asociadas a la pobreza y con una marca  directa en la familia. Los niños no son ajenos. Sufren la crisis en los hogares cuando sus padres se quedan sin trabajo y sin ingresos, cuando ellos y sus familias son desahuciados, cuando debido a la reducción de los ingresos familiares se empobrece la calidad de su alimentación, dejan de hacer actividades que llevaban años realizando (extraescolares), se reduce el gasto educativo, en deporte, ocio,… y especialmente tenemos que destacar la tensión que aparece en la familia ante la nueva situación, afectando a las relaciones de todos sus miembros.
Esta semana los profesionales del Equipo Esperi de la Fundación Internacional O’Belén, queremos hacernos eco sobre el segundo informe de “La infancia en España 2012-2013” de UNICEF, donde se analiza la relación que está teniendo la actual crisis económica  en la salud de la infancia. Queremos aportar algunos consejos para esas familias que están pasando por una situación difícil.

¿Cómo viven los niños las consecuencias de la crisis?
Los niños están siendo conscientes de lo que pasa en las familias, y aunque la forma en que se filtra es distinta en cada hogar, sí se aprecian elementos comunes:
- Los niños perciben y en ocasiones sufren el incremento del estrés de los padres. Los niños lo escuchan todo, los diálogos de lo que pasa en casa, el padre o la madre cuando pierde el trabajo, que no se llega económicamente a fin de mes. Aunque son cosas que se intentan esconder, un niño de 7 u 8 años capta perfectamente lo que sucede.
- Muchos niños se sienten culpables de la situación creada, que les genera miedo e inseguridad. Explíquele que esta situación no es su culpa de ningún miembro de la familia.
A veces en casa, los roles de los adultos cambian respecto a los hijos, por ejemplo cuando uno de los padres pierde el empleo y asume las responsabilidades domésticas y el cuidado de hijos.
- Se incrementa el nivel de tensión en las relaciones intrafamiliares, afectando a los más pequeños.
 Los periodos de crisis están asociados  al incremento de enfermedades mentales, y también al consumo de drogas y alcohol de los progenitores.
- Se modifican las expectativas de los propios hijos y de los padres sobre su futuro.

Actualmente en España, uno de cada cuatro menores vive bajo el umbral de la pobreza, según el informe “El impacto de la crisis en los niños de Unicef”. Los niños y niñas ya son en España el grupo de edad más pobre de la población. La actual situación económica tiene consecuencias directas en la calidad de vida de los niños y también sobre su salud física y psicológica actual y futura.
Así desde el Servicio de Psiquiatría del Niño y Adolescente del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, se alerta que la actual crisis  puede dejar “secuelas” en la salud mental de los niños y afectará  a su comportamiento de adulto.
 El problema en muchos casos es que no se les hace partícipe de la situación, sino que son sujetos pasivos de las malas noticias. Esto hace que se puedan sentir excluidos e incluso culpables de lo que está sucediendo, de que sus padres estén tristes o angustiados por no llegar a fin de mes. Es recomendable que siempre que se pueda y en la medida de la capacidad del niño, se cuente con ellos y se le comuniquen las cosas, porque el hecho de formar parte de la unidad familiar es para ellos muy importante. No hacerlo podría ocasionar dificultad para relacionarse, baja autoestima, una menor empatía o desconfianza.
Evite sobrecargar a los niños mayores con demasiados detalles o preocupaciones que podrían asustarlos. Dele explicaciones breves  y sea claro  con respecto a los cambios que sufrió el presupuesto familiar.
Aprenda a decir que no. A veces los padres dicen que sí a los hijos antes de pensar cómo harán para afrontar un nuevo gasto.
Hable acerca de los cambios que van a ocurrir en el hogar de manera sencilla.
Mantenga la comunicación, el amor y el humor, aunque sean momentos duros.


Referencias: Informe “Impacto de la crisis en los niños” de UNICEF. lainformacion.com. Cómo hablar con tus hijos acerca de la pérdida de empleo (Dra. Helan Duch)

miércoles, 13 de febrero de 2013

LA AUTOESTIMA ES CLAVE EN EL DESARROLLO DE NIÑOS Y ADOLESCENTES


La AUTOESTIMA es la idea que tenemos sobre nuestra propia valía como persona. Sentirse cómodo con uno mismo, aceptarse tal y como uno es y quererse sin condiciones es esencial para la supervivencia psicológica y para la salud mental del individuo.
La autoestima se va desarrollando a lo largo de la vida a través de experiencias por las que pasamos y por lo tanto es posible favorecer las condiciones para que pueda formarse de manera adecuada en nuestros niños y jóvenes.  La baja autoestima está relacionada con una forma inadecuada de pensar sobre nosotros mismos.
La autoestima que tengamos influirá en la forma de comportarnos. Por ejemplo, si nos vemos a nosotros mismos como poco sociables no nos esforzaremos en intentar relacionarnos con los demás, de modo que reforzaremos esa creencia negativa al no darnos la oportunidad de hacer nuevos amigos.
Dado que pensamientos, sentimientos y comportamientos se encuentran interrelacionados, la autoestima de una persona influye en cómo se siente, cómo piensa, aprende y crea, cómo se valora, cómo se relaciona con los demás y cómo se comporta.
La autoestima de los adolescentes. La adolescencia es uno de los periodos más críticos para el desarrollo de la autoestima, es la etapa en la que la persona necesita hacerse con una firme identidad. Durante la adolescencia se manifiestan ciertos cambios a nivel socio- afectivo, físico y cognoscitivo, se desarrolla la capacidad de reflexionar y pensar sobre uno mismo y de aceptar una nueva imagen corporal. El adolescente se hace una serie de preguntas sobre sí  mismo, por ejemplo “¿soy atractivo?”, “¿soy aceptado por mis compañeros?” Cuanto mayor sea la aceptación que se siente, tanto en la familia como en los compañeros /as, mayores serán las posibilidades de éxito.
¿Cómo afecta la autoestima a los niños y adolescentes? El nivel de autoestima influye en el desarrollo y desempeño de actitudes:
Condiciona el aprendizaje. Un joven con poca autoestima, está poco interesado y motivado en aprender, encuentra poca satisfacción en el esfuerzo, porque no confía en sus posibilidades de éxito.
Ayuda en la superación de dificultades: el adolescente con autoestima positiva es capaz de enfrentarse a problemas y fracasos.
Fundamenta la responsabilidad, la autonomía  y las relaciones sociales
 Favorece la creatividad: se arriesga con respuestas creativas y originales.
Afianza la personalidad:  se siente seguro de sus posibilidades como ser independiente (seguro, confiado y autoaceptado) y  como ser social (confía, valora y acepta a los demás).

Durante la adolescencia, tanto el grupo familiar, el de la escuela, los amigos, los medios de comunicación, contribuyen a moldear la autoestima.  Es una etapa en donde la autoestima tiende a  debilitarse. Por eso, una buena dosis de autoestima será  uno de los recursos más valiosos. Un adolescente con autoestima positiva:
-          Actúa independientemente.
-          Asume responsabilidades: actúa con seguridad de sí mismo.
-          Afronta nuevos retos con entusiasmo y se siente orgulloso de sus logros
-          Demuestras amplitud de emociones y sentimientos
-          Es tolerante frente a la frustración
-          Se siente capaz de influir en otras personas.

¿Cómo pueden ayudar los padres a desarrollar una autoestima positiva en sus hijos?
 1.- Los niños necesitan un hogar feliz y seguro, donde disfruten de cierta libertad y donde existan normas y límites que rigen la convivencia.
2.-Los niños necesitan sentir que son capaces de hacer cosas autónomamente y resolver sus pequeños problemas.
3.- La familia debe manifestar satisfacción por los logros y avances del niño.
4.- La familia debe dispensar elogios merecidos ante las tareas de los niños.
5.- La familia debe ayudar y enseñar al niño con orientaciones concretas ante sus dificultades, sin menospreciar los intentos frustrados del mismo.
6.- Es necesario evitar las comparaciones.
7.- La familia debe admitir los propios errores, porque para su seguridad, los niños necesitan aprender que a veces se fracasa y se cometen errores.
8.- Es necesario proponer a los niños tareas de dificultad ajustada que puedan realizar con éxito.
9.-En familia se deben fomentar el sentimiento de “estar satisfecho con uno mismo”, generando en el niño los pensamientos: “PUEDO HACER COSAS”. “SOY IMPORTANTE”. “PUEDO APRENDER”. “PUEDO EQUIVOCARME”.