La AUTOESTIMA es la idea que tenemos sobre nuestra propia valía como
persona. Sentirse cómodo con uno mismo, aceptarse tal y como uno es y quererse
sin condiciones es esencial para la supervivencia psicológica y para la salud
mental del individuo.
La autoestima se va desarrollando
a lo largo de la vida a través de experiencias por las que pasamos y por lo
tanto es posible favorecer las condiciones para que pueda formarse de manera
adecuada en nuestros niños y jóvenes. La
baja autoestima está relacionada con una forma inadecuada de pensar sobre
nosotros mismos.
La autoestima que tengamos
influirá en la forma de comportarnos. Por ejemplo, si nos vemos a nosotros
mismos como poco sociables no nos esforzaremos en intentar relacionarnos con
los demás, de modo que reforzaremos esa creencia negativa al no darnos la
oportunidad de hacer nuevos amigos.
Dado que pensamientos,
sentimientos y comportamientos se encuentran interrelacionados, la autoestima
de una persona influye en cómo se siente, cómo piensa, aprende y crea, cómo se
valora, cómo se relaciona con los demás y cómo se comporta.
La autoestima de los adolescentes. La adolescencia es uno de los
periodos más críticos para el desarrollo de la autoestima, es la etapa en la
que la persona necesita hacerse con una firme identidad. Durante la adolescencia se manifiestan ciertos cambios a
nivel socio- afectivo, físico y cognoscitivo, se desarrolla la capacidad de
reflexionar y pensar sobre uno mismo y de aceptar una nueva imagen corporal. El
adolescente se hace una serie de preguntas sobre sí mismo, por ejemplo “¿soy atractivo?”, “¿soy
aceptado por mis compañeros?” Cuanto mayor sea la aceptación que se siente,
tanto en la familia como en los compañeros /as, mayores serán las posibilidades
de éxito.
¿Cómo afecta la autoestima a los niños y adolescentes? El nivel de
autoestima influye en el desarrollo y desempeño de actitudes:
- Condiciona
el aprendizaje. Un joven con poca autoestima, está poco interesado y
motivado en aprender, encuentra poca satisfacción en el esfuerzo, porque no
confía en sus posibilidades de éxito.
- Ayuda en
la superación de dificultades: el adolescente con autoestima positiva es capaz
de enfrentarse a problemas y fracasos.
- Fundamenta
la responsabilidad, la autonomía y las
relaciones sociales
- Favorece
la creatividad: se arriesga con respuestas creativas y originales.
- Afianza la
personalidad: se siente seguro de
sus posibilidades como ser independiente (seguro, confiado y autoaceptado) y como ser social (confía, valora y acepta a los
demás).
Durante la adolescencia, tanto el
grupo familiar, el de la escuela, los amigos, los medios de comunicación,
contribuyen a moldear la autoestima. Es
una etapa en donde la autoestima tiende a debilitarse. Por eso, una buena dosis de
autoestima será uno de los recursos más
valiosos. Un adolescente con autoestima positiva:
-
Actúa independientemente.
-
Asume responsabilidades: actúa con seguridad de
sí mismo.
-
Afronta nuevos retos con entusiasmo y se siente
orgulloso de sus logros
-
Demuestras amplitud de emociones y sentimientos
-
Es tolerante frente a la frustración
-
Se siente capaz de influir en otras personas.
¿Cómo pueden ayudar los padres a desarrollar una autoestima positiva en
sus hijos?
1.- Los niños
necesitan un hogar feliz y seguro, donde disfruten de cierta libertad y donde
existan normas y límites que rigen la convivencia.
2.-Los niños necesitan sentir que son capaces de hacer
cosas autónomamente y resolver sus pequeños problemas.
3.- La familia debe manifestar satisfacción por los
logros y avances del niño.
4.- La familia debe dispensar elogios merecidos ante las
tareas de los niños.
5.- La familia debe ayudar y enseñar al niño con
orientaciones concretas ante sus dificultades, sin menospreciar los intentos
frustrados del mismo.
6.- Es necesario evitar las comparaciones.
7.- La familia debe admitir los propios errores, porque
para su seguridad, los niños necesitan aprender que a veces se fracasa y se
cometen errores.
8.- Es necesario proponer a los niños tareas de
dificultad ajustada que puedan realizar con éxito.
9.-En familia se deben fomentar el sentimiento de “estar
satisfecho con uno mismo”, generando en el niño los pensamientos: “PUEDO HACER COSAS”. “SOY IMPORTANTE”. “PUEDO
APRENDER”. “PUEDO EQUIVOCARME”.