Bienvenidos al blog Conectando semillas,

Este blog es una iniciativa del Equipo Esperi, formado por un grupo de profesionales (psiquiatras, psicólogos, educadores y trabajadores sociales) dedicados al cuidado de todos aquellos niños y jóvenes que presentan algún tipo de problema relacionado con la salud mental.

Nace con la ilusión de crear un espacio virtual en el que tanto los jóvenes y sus familias como los profesionales podamos compartir nuestros puntos de vista.

Por nuestra parte queremos poner a vuestra disposición material seleccionado que consideremos útil a la hora de prevenir, evaluar, abordar y/o afrontar los diferentes problemas de salud mental en la infancia y juventud.

Pero vosotros sois los auténticos protagonistas. Por eso os animamos a que compartáis aquí vuestras inquietudes, opiniones, experiencias, consejos, esperanzas, vuestros logros, vuestras metas,… para que desde aquí llegue a todos los jóvenes y familias que están pasando por circunstancias parecidas y que necesitan saber que no están solos y para que la sociedad en su conjunto se haga eco.

jueves, 21 de marzo de 2013

EL INSOMNIO INFANTIL


El insomnio infantil  es el trastorno del sueño más frecuente. A partir de los 6 meses, se considera que un niño sufre insomnio si al menos dos veces por semana necesita más de 45 minutos para quedarse dormido, o si se despierta totalmente al menos una vez por semana, durante la noche, sin poder dormirse de nuevo.

El insomnio infantil se caracteriza por una dificultad para el inicio o el mantenimiento del sueño, frecuentes despertares nocturnos con incapacidad para volver a dormirse sin la ayuda de los padres. Si el despertar o despertares tienen lugar cuando se ha dormido al menos durante 6’5 horas seguidas, no se considera patológico.

Analicemos los tipos de insomnio infantil:
Insomnio debido a hábitos incorrectos: es el más frecuente en niños pequeños. En este tipo de casos es muy habitual que el origen del problema se daba a la adquisición de hábitos, consentidos y reforzados por los propios padres. La sobreprotección parental o la incoherencia normativa juegan un papel importante en el inicio de la resistencia a acostarse. Suele aparecer en lactantes de seis meses hasta niños de cinco años, produciendo una considerable distorsión de su propio sueño y el de sus padres.
Las consecuencias a corto-medio plazo son la irritabilidad, la dependencia de la madre-padre y, a largo plazo, trastornos del desarrollo.
El tratamiento más efectivo es la denominada reeducación de los hábitos de sueño mediante técnicas conductuales.

Insomnio por causa psicológica: en este caso, el tratamiento debe dirigirse más a solucionar el problema que causa la ansiedad. Cuando el insomnio aparece en un determinado momento del desarrollo del niño, sin historia previa de episodios, puede tratarse de insomnio transitorio producido por una pluralidad de factores, entre otros el grado de activación, los estilos cognitivos obsesivos, problemas puntuales en el terreno emocional, social o escolar. También hay que valorar los factores mantenedores del problema como los malos hábitos de sueño.

Insomnio psicofisiológico: se trata de un tipo de insomnio aprendido que se desarrolla como consecuencia de una tensión condicionada y somatizada. Se produce con mayor proporción en la adolescencia y juventud.

Insomnio idiopático: está relacionado con una alteración leve de los mecanismos neurológicos básicos del sueño-vigilia.

Orientaciones en el tratamiento del insomnio. Nos centraremos en el insomnio por causa psicológica y el debido a hábitos adquiridos. En el primer caso, cuando las causas  se encuentran en factores externos (acontecimientos recientes que se viven con estrés, cambio de colegio, etc.) es importante hacer una evaluación completa de los mismos y saber cómo están afectando al funcionamiento cotidiano del niño. El tratamiento, se ajustará con el fin de minimizar los factores desencadenantes, al tiempo que debemos proveer al niño de mecanismos útiles para poder afrontarlos con la mayor eficacia.  En el segundo tipo de insomnio (por hábitos adquiridos), deberemos establecer una rutina de sueño (horario), reduciremos el acceso a la televisión o videojuegos antes de irse a la cama, realización de actividades relajantes antes de irse a dormir,…

Fuentes: Trastornos del sueño infantil (Psocodiagnosis.es- Psicología infantil y juvenil), Tendencias21. Guiainfantil.com

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