En la mayor
parte de las familias de ahora, donde tanto el padre como la madre trabajan, se
encuentran con la dificultad de poder conciliar su vida familiar con la
profesional. Se hallan ante una situación, en la que es imprescindible
la ayuda de otras personas para cuidar de sus hijos mientras ellos
están trabajando. Abuelos y abuelas
asumen una gran parte de responsabilidad en el cuidado y educación de nietos y
nietas.
Los abuelos son hoy una pieza fundamental en el
funcionamiento familiar. Se está
reforzando su papel y ampliando notablemente sus responsabilidades. Según los
datos recogidos del Ministerio de
Sanidad, en España la mitad de los
abuelos cuida de sus nietos a diario y el porcentaje sube hasta el 70% en los
periodos de vacaciones escolares. Muchos
de ellos dedican a sus nietos entre 6 y
7 horas diarias. La implicación en la educación de sus nietos es tal, que
en algunos colegios, las Ampas, se han
convertido en Asociaciones de Padres y
Abuelos, al considerar que si son éstos los que se encargan de controlar los
deberes de los nietos, acuden a las tutorías con sus profesores y escuchan a
diario lo que sus nietos les cuentan a
la salida del colegio, deberán tener los mismos derechos en el centro escolar
que los padres, y participar en la toma de decisiones.
Pero, ¿hasta
dónde debe llegar la implicación de los abuelos? El límite en la aportación
de los abuelos según exponen los diferentes profesionales está en tener en
cuenta sus aspiraciones y capacidades,
que encargarse de sus nietos sea una actividad placentera y no una carga.
En un estudio de la Universidad de Barcelona de
Psicología, se expone que los abuelos en general, disfrutan y se sienten
satisfechos de atender a sus nietos, aunque la respuesta depende de variables
como:
-
La edad, ya que a partir de los 70 años, empiezan a vivirlo
como una carga.
-
Las expectativas de ocio y tiempo libre soñado que tenían para su jubilación.
-
El estado de salud.
-
De si se trata de
cuidar de uno o varios nietos
-
De la relación entre padres
y abuelos
-
De las características del
nieto.
Según exponen los gerontólogos, cada vez se están dando más casos del síndrome del abuelo esclavo: es una
persona sobrepasada, que no ve el cuidado de los nietos como algo placentero
sino como una obligación que le provoca estrés, incapaz de manifestarlo, no se
atreve a aquejarse a sus hijos por miedo a dañar o romper la relación. Este
síndrome se da entre mujeres de gran fortaleza física y emocional, muy
perfeccionistas, con un excesivo sentido del orden y la responsabilidad, que
consideran gratificante el trato con sus nietos pero están agotadas y no
confiesan su cansancio a hijos ni piden ayuda.
La clave para no abusar de los abuelos es una relación
basada en el respeto mutuo entre
padres e hijos, con una buena delimitación de funciones y un acuerdo sobre los criterios y normas para la educación de los niños.
Ninguna de las partes debe desautorizar a la otra delante del niño ni dar
órdenes de cómo debe ser educado el pequeño. Deberán establecer límites y
ponerse de acuerdo en todo lo referente al pequeño.
Se debe destacar la unanimidad dada por los expertos
en que el contacto abuelos-nietos es muy
positivo mutuamente. Destaquemos los
aspectos positivos para los nietos:
- Mimos: Los abuelos ofrecen
cariño y ternura especial, que les hace sentirse queridos y seguros.
- Compañeros de juegos y
confidencias.
- Historia: Dan a los nietos
otra perspectiva del mundo, les hablan de la historia familiar, las
tradiciones,…
- Valores y estabilidad: Enseñan
que no todo lo nuevo es bueno ni lo viejo es malo, asesoran, guían y dan
estabilidad.
- Amortiguación: Actúan de
árbitros en los conflictos entra padres e hijos, especialmente en la
adolescencia.
- Ayuda en momentos de crisis
como una enfermedad, una separación o problemas económicos.
A pesar del importante
papel que los abuelos desarrollan, no están exentos de críticas. Se les suele decir que
malcrían o sobreprotegen a los nietos. Puede que algo de esto
sea cierto, pero, ¿sólo sobreprotegen los abuelos? Existen muchos niños
mimados o que no tienen límites incorporados y en cuya educación no participan
los abuelos
Para los
mayores, el contacto con los nietos es positivo, porque les hace sentirse más
vivos y útiles, les estimula y entretiene, se reducen sentimientos de soledad,
aburrimiento y tristeza.
Fuentes: Ser padres. CRA Alta Ribagorza (Los abuelos y
la educación de los niños). Guiadelniño.com. Abuelos para todos, dónde está el
límite (lavanguardia.com)
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