¿QUÉ OCURRE SI SE INCUMPLEN LAS NORMAS?
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El no respetar las normas debe de tener consecuencias.
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Las consecuencias de no respetar las normas han
de ser:
o Conocidas previamente: consensuadas entre los
padres y explicadas posteriormente a los hijos.
o
Coherentes: la intensidad de la consecuencia
debe de estar en función de la importancia de la norma “no se puede expulsar a
un jugador del campo por haber hecho una falta leve”.
o
Consistentes: las normas han de cumplirse siempre y no en función del “humor” que tengas hoy o de “quien esté
delante”. Asegúrate de que las
consecuencias de no cumplir una norma también se cumplen siempre, si no tu hijo
aprenderá que “no hay que tomarte en serio”.
o
Inmediatas: la percepción del tiempo es distinta
cuando eres pequeño. De nada vale que le adviertas a tu hijo que si no recoge
hoy (lunes) su cuarto no le llevarás al McDonalds el fin de semana. Si quieres
que el lunes recoja su cuarto tendrás que advertirle que la consecuencia de no
hacerlo es que se quedará sin ir al parque esa misma tarde.
- El hecho de que haya recibido un castigo por
algún motivo no implica que no se le pueda reforzar positivamente si hace algo
bien. Ej.- tu hijo no ha hecho los deberes como está acordado (eso es una norma
en casa y su incumplimiento tiene unas consecuencias, ej.- irse a la cama
directamente sin ver la televisión), pero a la hora de la cena, tu hijo
colabora en poner la mesa (puede que estéis tan enfadados porque no ha hecho
los deberes que ni si quiera os deis cuenta de que está colaborando, pero si
queréis favorecer que vuestro hijo aprenda a respetar las normas deberéis
reforzarle cuando haga algo bien, ej.- gracias por ayudar a poner la mesa hijo;
por supuesto, esto no significa que le vayáis a “levantar el castigo” de no ver
la televisión ya que se puso por no hacer los deberes).
- No olvides que el castigo pierde fuerza si lo
utilizamos constantemente. Si estáis en este círculo vicioso y no sabéis como
salir de él quizá os ayude:
§
Reflexionar sobre las normas: puede que estéis
siendo demasiado exigentes con vuestro hijo de modo que sea relativamente
“fácil” que “falle en algo”. Exigid solo que se cumplan aquellas normas que son
realmente importantes y procurad ser más flexibles en el resto.
§
Es posible que el comportamiento de vuestro hijo
en algunos aspectos os enfurezca tanto que os cueste daros cuenta de aquellas
cosas que si está haciendo bien. La única forma de salir del círculo vicioso es
que vuestro hijo reciba de vez en cuando algún refuerzo positivo por vuestra
parte. Observad su conducta y señalarle aquello que os parece bien de ella.
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